viernes, 2 de mayo de 2008

Papá coqueto!

"Ya vengo, un ratito, me voy a cortar el pelo, es que ya estoy muy pelucón!"
Mi papá tiene 63 años y todos los meses va a "cortarse el pelo nomás".
En el tiempo que aún vivía con él, mi papá jamás dejó que nadie lo acompañe a la "peluquería" donde iba, incluso se iba caminando (que raro, porque nunca le gustó caminar) y dejaba el carro guardado; mi mamá se ponía contenta porque "así tu papá camina algo y ya no le duelen más las piernas" decía ella.
Demoraba más o menos unas 2 1/2 horas en la "peluquería" y siempre decía que "había mucha gente", que por eso se demoraba.
Un día, caminaba por el centro con una amiga buscando un salón tipo "spa" (de los tantos que existen en Piura) para hacernos una manicure, de pronto me pareció ver una conocida cabeza canosa en el lugar al cual íbamos a entrar y fue cuando "Oh! sorpresa!", esa cabeza era la de mi papá que muy relajado él ya con el cabello recortado disfrutaba de unos masajes previos a una pedicura, mientras una señorita muy aplicada ella, le limpiaba las uñas con un conocido líquido antihongos.
Decidí no entrar, pues ya me imaginaba la cara de vergüenza de mi padre al verme ahí parada observando como el hombre de la casa, se entregaba a manos de las expertas de la belleza corporal.
Al llegar a casa pregunté a mamá si mi padre ya había llegado de la "peluquería" y en ese instante entraba mi viejito relajado con nuevo look y una sonrisa de oreja a oreja; saludó de lejos nomás y subió.
Me reí y me quedé pensando en cuántos señores también ocultan que se hacen algún tratamiento de vez en cuando y claro, no le conté nada a mi mamá.
Muy bien papi, espero que aún te sigas haciendo tus arreglos todos los meses, pero cuidado que alguien te descubra y uy! que roche!, no?
-Cecy!-

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